Elevación de Colesterol y Triglicéridos | Medix
La obesidad ocasiona alteraciones en el perfil de lípidos al incrementar las concentraciones de ácidos grasos, disminuir la capacidad de las células del hígado para captar la glucosa y promover la formación de depósitos de grasas tóxicas en las células.
La dislipidemia se refiere a una alteración en las concentraciones de las grasas en la sangre, esto es:
- Aumento de colesterol malo (C-LDL)
- Reducción de colesterol bueno (C-HDL) o,
- Incremento de los triglicéridos (TG)
Estas alteraciones se traducen en la acumulación de diversas partículas de grasas, conocidas con el nombre de lipoproteínas, que tienen la capacidad de depositarse en las placas de ateroma, favorecer su rotura e inducir inflamación en la pared de las arterias; lo que resulta en la oclusión de los vasos sanguíneos de pequeño calibre (como los que irrigan al corazón o al cerebro).
En la obesidad, las dislipidemias más frecuentes son las cifras elevadas de triglicéridos y los bajos niveles del colesterol bueno (C-HDL). Este último participa, entre otras funciones, en la recolección del colesterol malo (C-LDL) que se encuentra en los órganos periféricos para transportarlos hacia el hígado donde es metabolizado.
La obesidad induce un aumento en la concentración de ácidos grasos libres en la sangre, que llegan al hígado. Esta situación estimula la formación de lipoproteínas (que son proteínas especializadas en el transporte de las grasas en la sangre) pero disminuye su degradación o eliminación.
Las personas con obesidad tienen una disminución en promedio de 10 mg/dl en las concentraciones del colesterol bueno, aumentando el riesgo cardiovascular.
Consulta a tu médico para que conozcas tu perfil de lípidos.