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Conoce tu número diario de raciones. Equilibra las raciones para cada grupo de alimentos.
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Planea en forma semanal. Si un día excedes ajusta las raciones al otro día.
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Haz del placer una prioridad. Aprovecha los sabores, colores, texturas para crear platillos apetitosos.
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Adapta tus menús a las estaciones. Busca productos frescos y de temporada.
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Sé audaz. Prueba formas de cocinar desconocidas.
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Busca lo sano y conveniente. Ten a la mano versiones sanas de alimentos de
fácil preparación. -
Busca atajos. Compra frutas y verduras precortadas, ensaladas empacadas,
carnes precocidas, y vegetales congelados o enlatados. Enjuágalos para eliminar el sodio que se usa al procesarlas. -
Se flexible. Está bien prémiate alguna vez con algún alimento rico en grasa o calorías. El punto principal es elegir alimentos, con la mayor secuencia posible, que promuevan la salud.