Diagnóstico y tratamiento del hígado graso
Diagnóstico del hígado graso
La mayoría de los pacientes que tienen hígado graso o esteatosis hepática no presentan síntomas, sin embargo, en algunos casos la personas suelen experimentar fatiga, malestar general o dolor abdominal “vago”. En otros casos se puede presentar una elevación moderada en las enzimas hepáticas.1
Para realizar el diagnóstico de hígado graso se requiere:
- Realizar un estudio de imagen como el ultrasonido (método de primera elección) para demostrar la acumulación anormal de grasa en el hígado
- Excluir el consumo excesivo de alcohol
- Descartar otras causas que podrían provocar la acumulación anormal de grasa en el hígado
- Excluir la presencia de otras enfermedades (hepatitis C, enfermedad de Wilson, etc) o el consumo de ciertos medicamentos (valproato, antirretrovirales, amiodarona, metotrexato, tamoxifeno, prednisona o betametasona).1
Tratamiento del hígado graso
El tratamiento del hígado graso con consiste en tratar tanto la enfermedad hepática como las condiciones asociadas, tales como obesidad, colesterol y/o triglicéridos elevados, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.1
En este sentido, es de suma importancia la reducción de peso en personas que padezcan sobrepeso u obesidad. La disminución de 3-5% del peso inicial mejora la esteatosis, pero una reducción de 10% o mayor se asocia con una remisión de la enfermedad hepática en 97% de los pacientes. De aquí la importancia de ingresar a un programa de control de peso guiado por un médico y nutriólogo. De igual forma, se ha demostrado el beneficio del ejercicio en la disminución del contenido de grasa en el hígado y una mejoría de la sensibilidad a la insulina (alteraciones clave de la esteatosis hepática).1
¿Qué medicamentos pueden ayudar en el tratamiento del hígado graso?
Existen medicamentos que pueden ayudar a reducir el contenido de grasa en el hígado y la inflamación. Tal es el caso de la pioglitazona y la vitamina E. También, se han estudiado otros medicamentos como la pentoxifilina, los ácidos grasos omega 3, la betaína, el losartán y la atorvastatina, pero la evidencia de su eficacia es escasa por lo que se requieren de más estudios para su recomendación.1
Conviene señalar que la administración de silimarina en asociación con fosfolípidos (como fosfatidilcolina) ha demostrado su eficacia y seguridad en el tratamiento del hígado graso. En México, la administración de una fórmula que combina estos compuestos junto con ácido alfa lipoico durante 24 semanas redujo la esteatosis hepática (evaluada por ultrasonido) en 70%, sin que se haya presentadoran reacciones adversas serias. Por consiguiente, esta formulación representa una buena opción terapéutica en el tratamiento del hígado graso ya que protege del deterioro de la esteatosis y mejora el perfil inflamatorio que caracteriza a esta entidad.2
Referencias:
- Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad hepática grasa no alcohólica del adulto. México: Secretaría de Salud; 2014.
- Martínez-Rodríguez LA, Rojas SJ, Torre A. Siliphos selenium methionine alpha lipoic acid for non alcoholic fatty liver disease: results of a pilot study. Clin Exp Pharmacol. 2014;5(1).