¿Cómo se modifica el organismo a lo largo del tiempo?
Nuestro cuerpo cambia de manera natural con la edad. Algunos de estos cambios no se pueden evitar y se denomina envejecimiento que se refiere a la disminución inevitable e irreversible de la función orgánica que ocurre en el transcurso del tiempo e incluso en ausencia de una lesión o enfermedad. Pero la buena noticia es que el estilo de vida que adoptemos puede frenar o acelerar este proceso.
De manera general, el cuerpo humano está formado de grasa, tejido magro (músculos y órganos), huesos y agua. Después de los 30 años de edad, las personas tienden a perder tejido magro. Los músculos, el hígado, los riñones y otros órganos pueden perder algunas de sus células. Este proceso de pérdida de masa muscular se denomina atrofia. Los huesos pueden perder algunos de sus minerales y se vuelven menos densos (una afección llamada osteopenia o, en su etapa tardía, osteoporosis). La pérdida de tejido reduce la cantidad de agua en el cuerpo.
La cantidad de grasa corporal aumenta de manera constante después de los 30 años y puede elevarse hasta en un 30%. El tejido graso se acumula hacia el centro del cuerpo, incluso alrededor de los órganos internos. Sin embargo, la capa de grasa por debajo de la piel (subcutánea) se vuelve más pequeña.
En el caso de las mujeres, en edad fértil, se pueden experimentar cambios en la composición corporal lo largo del ciclo menstrual. Recordemos que el ciclo menstrual se divide en dos fases: la fase folicular donde predomina la secreción de estrógenos, hormonas folículo estimulante (que estimulan la maduración y el crecimiento de los folículos) y luteinizante (estimula la liberación de un óvulo del folículo; ovulación). La fase lútea se caracteriza por la mayor secreción de progesterona y en menor cantidad de estrógeno, estimulando aún más el desarrollo del endometrio. Si el óvulo no es fertilizado disminuye la producción de hormonas y caen los niveles sanguíneos de progesterona y estrógenos. Esta disminución en los niveles de hormonas hace que se contraigan los vasos sanguíneos que se encuentran dentro de la pared uterina, lo que permite que ésta libere su capa externa en el sangrado menstrual. Durante la fase lútea, debido a la mayor presencia de progesterona, se presenta un aumento en la temperatura corporal. Por otra parte, los estrógenos incrementan la concentración de diversas proteínas circulantes y al parecer esto explica que entre 40 y 90% de las mujeres presenten edema en el período periovulatorio y premenstrual. Se ha mencionado que en la fase premenstrual el edema puede representar entre uno y siete kilogramos adicionales del peso.
La menopausia (que se define como el último período menstrual después de 12 meses de amenorrea) es un evento natural que marca el final de la ovulación espontánea y por lo tanto la capacidad reproductiva en las mujeres. En México, la edad de la menopausia se ubica entre los 48 y 50 años de edad. Con la llegada de la menopausia ocurren alteraciones en los depósitos de grasa lo que modifica la distribución de la grasa en el cuerpo. De manera general, los estrógenos favorecen la acumulación de grasa en caderas y muslos, en cambio los andrógenos favorecen la acumulación de grasa a nivel abdominal. Debido a esto, se puede explicar la mayor acumulación de grasa a nivel abdominal en las mujeres postmenopáusicas. La disminución de estrógenos, juega un papel relevante sobre distintos aspectos de la salud de la mujer, por ejemplo, el riesgo cardiovascular, pérdida de masa ósea, cánceres mamario y endometrial, síntomas físicos y emocionales y el síndrome metabólico por mencionar algunos.
La tendencia a bajar de estatura se produce en todas las razas y en ambos sexos. La pérdida de estatura está relacionada con los cambios por el envejecimiento en los huesos, los músculos y las articulaciones. Las personas suelen perder alrededor de 1 cm cada 10 años después de los 40 años. La pérdida de estatura es incluso más rápida después de los 70 años. Usted puede perder un total de 2.5 a 7.5 cm de estatura a medida que envejece. Lo más importante es que la adopción y el seguimiento de un estilo de vida saludable esto es, llevar una alimentación sana y mantenerse físicamente activo puede ayudar a minimizar la pérdida de la estatura.
El hecho de tener menos músculo en las piernas y las articulaciones rígidas puede llevar a que el desplazamiento y el movimiento sean más difíciles. El exceso de grasa corporal y los cambios en la composición del cuerpo también afectan el equilibrio, lo cual lleva a que las caídas sean más probables.
Los cambios en el peso total del cuerpo varían para hombres y mujeres. Los hombres suelen aumentar de peso hasta más o menos los 55 años y luego comienzan a bajar de peso posteriormente en la vida. Esto puede estar relacionado con una disminución de la hormona sexual masculina testosterona. Las mujeres suelen aumentar de peso hasta los 65 años y luego comienzan a bajar. La pérdida de peso en la edad adulta se produce en parte porque el tejido muscular magro es reemplazado por grasa. Los hábitos alimentarios y de actividad física pueden desempeñar un papel importante en los cambios de peso de una persona durante su vida.
Sus elecciones del estilo de vida afectan la rapidez con la cual tiene lugar el proceso de envejecimiento.
Algunas cosas que usted puede hacer para reducir los cambios en el cuerpo relacionados con la edad son:
Controlar el peso corporal
Hacer ejercicio con regularidad
Consumir una dieta saludable que incluya frutas y verduras, granos enteros y cantidades óptimas de grasa
total y saturada
Abstenerse o moderar el consumo de bebidas alcohólicas
Evitar los productos del tabaco y las drogas ilícitas
¿Por qué debo mantener un peso saludable en cada etapa de la vida?
Para las niñas… un peso saludable durante la edad escolar ofrece protección en el largo plazo debido a que ejerce un papel protector para el desarrollo de obesidad y diabetes tipo 2 en la edad adulta, además de que ayuda a mantener cifras saludables de colesterol y triglicéridos. Durante estos años el mantenimiento de un peso saludable aumenta la autoestima lo cual es muy importante para el desarrollo social, emocional y mental.
En adolescentes y mujeres jóvenes… además de lo ya comentado, el mantenimiento de un peso saludable promueve la salud física en varias formas: favorece el desarrollo de una masa ósea adecuada. Disminuye el riesgo de desarrollar diabetes, hipertensión y dislipidemias. Además promueve la salud emocional.
En mujeres en edad fértil… el peso saludable promueve la fertilidad y ayuda a reducir el riesgo de enfermedades de la vesícula.
En el embarazo y la lactancia… el mantenimiento de un peso saludable promueve un adecuado desarrollo fetal y aumenta las posibilidades de un nacimiento a término. La obesidad incrementa el riesgo de hipertensión, diabetes gestacional, cesárea, parto prematuro y defectos de nacimiento.
Durante la lactancia el peso saludable mantiene el volumen y la calidad de la leche materna.
Para mujeres postmenopáusicas… el peso saludable previene el riesgo de la acumulación de grasa abdominal y reduce el riesgo de problemas a la salud como cáncer de mama.
En mujeres de mayor edad… se sigue manteniendo la protección contra ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. También disminuye el riesgo de caídas y fracturas.
De acuerdo con lo expuesto anteriormente, resulta importante estar conscientes de los cambios principales que ocurren en nuestro organismo a través del paso del tiempo. Debiendo enfocarnos en modificar aquellos factores de riesgo en los cuales tenemos influencia directa para modificarlos. Está bien reconocido en la literatura que la adopción de un estilo de vida saludable que incluya el seguimiento de una dieta saludable que aporte las cantidades de energía y nutrimentos suficientes para alcanzar y mantener un peso sano, así
como la práctica de ejercicio regular, evitar o moderar el consumo de alcohol y no consumir tabaco ofrece beneficios a la salud a largo plazo.
Consulta a tu médico o profesional de salud y empieza a invertir en tu salud y pregunta además por medicamentos y ciertos suplementos alimenticios que pueden ayudarte a controlar el peso corporal a largo plazo.