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Sobrepeso, obesidad y entornos obesogénicos

En la actualidad, estamos viendo un cambio importante en la forma en que las enfermedades afectan a las personas en todo el mundo. Las enfermedades no transmisibles —como la diabetes, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer— son ahora las principales causas de muerte y enfermedad, contribuyendo al 60% de todas las defunciones anuales y al 47% de la carga de enfermedades en todo el planeta.1

Algunos de los factores de riesgo más destacados incluyen: la presión arterial alta, la falta de consumo de frutas y verduras, el sobrepeso y la obesidad, la falta de actividad física y el tabaquismo.1 No obstante, en los últimos 30 años, los supuestos detrás de cómo el sobrepeso afecta la salud crónica han cambiado, incluso si el factor de riesgo sigue siendo el mismo.2

En este contexto, es alarmante que México ocupe el segundo lugar en el mundo en términos de sobrepeso y obesidad, tan sólo detrás de Estados Unidos. Esta situación tiene graves implicaciones para la salud de la población, ya que se ha observado un aumento constante de casos de diabetes, así como problemas como la amputación de extremidades, la ceguera y enfermedades cardíacas, hipertensión, derrames cerebrales y varios tipos de cáncer, entre otros.1

Sin embargo, es importante comprender que comer de forma saludable no solo se trata de las decisiones personales y el deseo de mantenerse saludable. Muchos factores influyen en lo que elegimos comer, y estas decisiones no pueden separarse de las circunstancias más amplias que las hacen posibles.3

Por ello, en esta nota, hablaremos sobre la forma en la que ciertos factores en nuestro entorno se combinan con las oportunidades y situaciones de la vida para contribuir al aumento de la obesidad en la sociedad en general.

¿Qué es un entorno obesogénico?

La obesidad no se debe únicamente a comer en exceso; en realidad, es una respuesta normal del cuerpo a un entorno poco saludable donde hay cada vez más alimentos procesados disponibles, son accesibles en todas partes y son promovidos de manera efectiva a través de la publicidad y la comercialización.4

Los entornos obesogénicos son la suma de las influencias que los ambientes, las oportunidades o circunstancias de la vida, tienen para promover obesidad en individuos o la sociedad.4

Los entornos obesogénicos son la suma de las influencias que los ambientes, las oportunidades o circunstancias de la vida, tienen para promover obesidad en individuos o la sociedad.

La economía global ha impulsado dos tendencias contradictorias en la industria alimentaria. Por un lado, fomenta la producción masiva de alimentos procesados que pueden contribuir a la obesidad. Pero, al mismo tiempo, promueve estrategias de marketing para alimentos saludables y ecológicos que generan grandes beneficios.5

Esto se agrava con políticas gubernamentales que intentan prevenir la obesidad al mismo tiempo que respaldan la producción industrializada y subsidiada de alimentos, en detrimento de opciones locales y más nutritivas. Todo esto crea una compleja red de decisiones personales condicionadas por estas paradojas, y además, responsabiliza a las personas por su propia salud, lo que puede causar confusión y preocupación sobre el cuerpo y la salud.5

Además, las actividades diarias que todos hacemos pueden dificultar la incorporación y el mantenimiento de hábitos de vida saludables. A veces, la rutina necesaria para ser saludable entra en conflicto con la variedad de cosas que tenemos que hacer todos los días.3

Entre los factores clave que contribuyen a la obesidad, se incluyen:1

  • La publicidad constante de alimentos con alto contenido de azúcares y grasas, especialmente dirigida a los niños.
  • El etiquetado de alimentos que, a menudo, confunde y no guía a las personas en sus elecciones.
  • La falta de educación nutricional.
  • La presencia predominante de comida poco saludable en escuelas y lugares de trabajo.
  • La sustitución de agua potable por bebidas azucaradas en bebederos públicos.
  • La disminución general de la actividad física.

De este modo, la obesidad es una reacción fisiológica de las personas a un ambiente poco común y poco saludable en el que vivimos.4

Cambios en la alimentación del mexicano

La particularidad del contexto mexicano se manifiesta en el cambio gradual de la relación entre el nivel socioeconómico y el exceso de peso. Esto significa que, a medida que ha aumentado la velocidad del sobrepeso, la relación con el estatus socioeconómico ha pasado de ser inversa.2

Por ejemplo, aún cuando en las comunidades rurales no hay restaurantes de comida rápida, los habitantes conocen las marcas y llegan a disponer de ese tipo de comida. Especialmente los niños tienden a consumir alimentos altos en calorías —conocidos como alimentos “chatarra”— y bebidas azucaradas, los cuales tienen una muy eficiente distribución en sus comunidades.4

Los entornos obesogénicos son la suma de las influencias que los ambientes, las oportunidades o circunstancias de la vida, tienen para promover obesidad en individuos o la sociedad.

Otro aspecto importante es la tendencia de la población mexicana a acumular grasa corporal, una característica que se ha desarrollado a lo largo de la historia debido a la adaptación a alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales, pero bajos en grasa, que eran consumidos por las civilizaciones prehispánicas. Esta adaptación genética predispone a los mexicanos a ganar peso y experimentar problemas del metabolismo.2

Además, es de enorme importancia abordar el problema de la obesidad, sobre todo en la población infantil, cuidando los mensajes sobre alimentos poco saludables y cómo estos influyen no solo en los pequeños, sino también entre las madres y hasta qué punto ellas permiten el consumo de estos alimentos en el hogar. Es en esta dinámica madre-hijo donde se deben centrar muchos esfuerzos para combatir la ganancia excesiva de peso.4 Pero, ¿cómo conseguirlo?

Combatiendo la epidemia de la obesidad

La cantidad de personas con sobrepeso y obesidad ha llegado a un nivel alarmante: en la actualidad, aproximadamente siete de cada 10 adultos y uno de cada cuatro niños de 5 a 11 años en México tienen sobrepeso u obesidad. Esto coloca a nuestro país entre los lugares con más casos de estos problemas de salud.1

Los entornos obesogénicos son la suma de las influencias que los ambientes, las oportunidades o circunstancias de la vida, tienen para promover obesidad en individuos o la sociedad.

Por ello, se ha planteado una serie de estrategias para combatir esta preocupante problemática:1

  1. Iniciar una campaña nacional de educación alimentaria a través de los medios, escuelas y maestros para destacar qué alimentos son buenos para una alimentación saludable y cuáles se deben evitar.
  2. Establecer requisitos nutricionales mínimos para los alimentos y bebidas en las escuelas y compartirlos con los padres para su supervisión.
  3. Hacer obligatoria la enseñanza de nutrición en las escuelas y conectarla con la oferta de alimentos saludables y la producción local de alimentos.
  4. Prohibir la publicidad de alimentos procesados dirigida a niños en horarios infantiles de medios, sitios web para niños y otros espacios infantiles.
  5. Implementar un etiquetado claro y obligatorio en productos procesados que indique su contenido de azúcares, grasas y sal.
  6. Asegurar agua potable en escuelas y lugares públicos mediante la instalación de bebederos.
  7. Garantizar que el país pueda producir sus alimentos básicos y que sean asequibles para la población para promover la seguridad alimentaria.

Es importante destacar que, aunque las acciones del gobierno son cruciales para prevenir riesgos para la salud, todavía hay áreas que necesitan atención, como es la estrecha relación que aún existe entre la industria alimentaria (especialmente las empresas de bebidas) y diversas instituciones gubernamentales.2

Referencias

  1. El ambiente obesogénico entre el poder legislativo y el ejecutivo. Manifiesto por la salud alimentaria. El Poder del Consumidor. [Internet]. 2007. [Consultado el 10 de noviembre de 2023]. Disponible en: https://elpoderdelconsumidor.org/wp-content/uploads/0712-manifiesto-salud-alimentaria.pdf
  2. Martínez Espinosa A. La consolidación del ambiente obesogénico en México. Estudios Sociales 2017;27(50):1-16.
  3. Acuña-Córdoba A. La complejidad del fenómeno alimentario y su relación con la obesidad. Rev Hisp Cienc Salud 2023;9(2):160-1.
  4. Muñoz-Cano JM, Córdova-Hernández JA, Boldo-León XM. Ambiente obesogénico y biomarcadores anómalos en escolares de Tabasco, México. Salud en Tabasco 2012;18(3):87-95.
  5. Tomás-Cardoso R. Obesidad y entornos obesogénicos: paradojas y divergencias entre las políticas sanitarias, las experiencias personales y las culturas de salud. Research Gate. [Internet]. 2021. [Consultado el 10 de noviembre de 2023]. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/349662939_Obesidad_y_entornos_obesogenicos_Paradojas_y_divergencias_entre_las_politicas_sanitarias_las_experiencias_personales_y_las_culturas_de_salud_Preprint

Todo plan de reducción de peso deberá ser evaluado y aprobado por un profesional de la salud, consulte a su médico. La información de esta sección es con fines orientativos.