Recuerde que todo tratamiento deberá ser evaluado y aprobado por un profesional de la salud.
Consulte a su médico.
Si usted es profesional de la salud y requiere de mayor información sobre esta línea terapéutica, visite
En el contexto de la salud femenina en México es importante mencionar que las mujeres representan un poco más de la mitad de la población. La mujer es un ser biopsicosocial y por lo mismo requiere, además del correcto funcionamiento de los procesos metabólicos, desenvolverse en un ambiente físico, social y psíquico adecuado, donde la presencia de estímulos supere a las agresiones del medio. En este sentido, la mujer presenta diversos factores de riesgo que derivan en numerosas patologías crónicas y situaciones que pueden afectar la duración y la calidad de vida.
La edad, el estado fisiológico y emocional, las características genéticas y el estilo de vida influye en el estado de salud. En particular, el climaterio constituye una etapa en la vida de la mujer donde se presentan cambios físicos, sociales y culturales, los cuales ponen a prueba su capacidad psíquica para llevar a cabo los ajustes psicológicos y sociales necesarios que le permitan mantener su equilibrio emocional y continuar su desarrollo.
En esta etapa, resulta difícil predecir hasta qué punto los cambios hormonales afectarán el estado emocional, el estado familiar y la vida social. Las mujeres con personalidad ansiosa y baja autoestima, o depresivas, presentan con mayor frecuencia sintomatología climatérica que las autoafirmativas o con mayor autocontrol.
La función sexual es multifactorial y es importante explorar esta área ya que las alteraciones sexuales pueden estar presentes hasta en 31% de las mujeres climatéricas. Investigaciones recientes sugieren que cuatro de cada diez mujeres pueden verse afectadas por una disfunción sexual, entendiéndola como aquella que se produce en la relación sexual por trastornos del deseo sexual, orgasmo y/o dolor.
Por último, no se debe olvidar que la sexualidad es una amplia dimensión de la personalidad, que va mucho más allá de las relaciones sexuales de la pareja y matiza los intercambios entre las personas de ambos sexos en su vida familiar, laboral y social. Por esta razón es de suma importancia entender el funcionamiento sexual femenino, detectar una disfunción y dar tratamiento oportuno.