Hipertensión arterial en población de alto riesgo

La hipertensión arterial (HTA) se caracteriza por la persistente elevación de la presión arterial en los vasos sanguíneos, lo que dificulta el bombeo eficiente del corazón para hacer circular la sangre por todo el cuerpo.¹

La HTA representa una amenaza significativa para la salud en el ámbito mundial y su impacto ha ido en aumento. En el año 2019, se registraron aproximadamente 10.8 millones de muertes atribuibles a esta enfermedad, lo que representa un incremento significativo en los últimos 29 años.¹

La HTA es un problema de salud global. A nivel mundial, aproximadamente un tercio de los adultos entre 30 y 79 años se ven afectados por esta condición, lo que equivale a alrededor del 35.4%. En la región de las Américas, incluyendo México, la prevalencia de HTA varía entre el 20.7% y el 56.4%, dependiendo de la edad de la población.¹

En el contexto específico de México, la prevalencia de HTA fue del 32.1% en 2019. Esto significa que alrededor de dos de cada cuatro mexicanos tienen esta condición, con una tasa ligeramente más alta en mujeres (26.1%) que en hombres (24.9%).²

Bajo los estándares convencionales, aproximadamente el 30% de la población —que equivale a unos 30 millones de individuos— cumple con los criterios diagnósticos de HTA, que se definen como una presión arterial igual o superior a 140/90 mmHg.²

No obstante, bajo los nuevos estándares establecidos por la American Heart Association, se anticipa que la población afectada por HTA será al menos el doble de esa cifra.²

En esta nota se abordará el impacto de este importante problema de salud en la población de alto riesgo, a saber: adultos mayores, mujeres en edad reproductiva y en el climaterio, así como en personas con COVID-19.

Hipertensión y sus factores de riesgo

A largo plazo, la HTA constituye un factor de riesgo importante de eventos cardiovasculares, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, así como de discapacidad y mortalidad prematura.³

La presión arterial tiende a aumentar con la edad y se ve influenciada por diversos factores que aumentan el riesgo de HTA e incluyen los siguientes:^{1, 3}

• Factores genéticos
• Consumo excesivo de sal y grasas
• Consumo nocivo de alcohol y tabaco
• Inactividad física
• Elementos asociados con la vida urbana (contaminación del aire, ruido y estrés)
• Comorbilidades (obesidad, diabetes, etc.)

Cada vez hay más pruebas que demuestran que las personas más jóvenes, como los adolescentes, también corren riesgo de sufrir HTA debido a estos factores de estilo de vida poco saludables.³

Es por esto que el sistema de atención médica necesita perfeccionar sus métodos de identificación, ya que la falta de diagnóstico preciso y el inadecuado manejo de la presión arterial pueden desencadenar discapacidad, deterioro de la calidad de vida e incluso aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares graves, como accidentes cerebrovasculares o enfermedad coronaria.¹

Por lo tanto, identificar un problema de salud en sus etapas iniciales puede ser beneficioso de varias maneras. Puede contribuir a disminuir el sufrimiento y las muertes causadas por esa enfermedad, y también puede ayudar a evitar gastos médicos elevados, como los relacionados con estadías en el hospital debido a enfermedades graves o al manejo inadecuado de condiciones de riesgo y problemas médicos asociados.³

Poblaciones de alto riesgo

La detección temprana de la HTA y sus factores de riesgo asociados, puede ayudar a identificar grupos de alto riesgo, lo que puede resultar en un tratamiento y manejo oportunos.³

A continuación se identifican los grupos de riesgo con mayor relevancia en el contexto de la HTA.

Adultos mayores y con fragilidad

La HTA es un hallazgo frecuente en pacientes de edad avanzada. Sin embargo, todavía no hay evidencia suficiente para establecer un objetivo de presión arterial en los ancianos.⁴

Además, al hablar de fragilidad, se consideran varios aspectos al evaluar a una persona y se busca abordar la idea de que los pacientes pueden ser vulnerables o estar en riesgo de no poder hacer frente a situaciones de estrés repentino que puedan surgir.⁴

En un estudio clínico realizado con personas de 80 años o más, se encontró que mantener una presión arterial de 150/80 mmHg se relacionó con una disminución del riesgo de muerte, incluso después de considerar la fragilidad inicial. Además, se observó una reducción del 36% en el riesgo de sufrir un derrame cerebral y una disminución del 41% en el riesgo de experimentar eventos cardíacos graves, ya sean mortales o no mortales.⁴

No obstante, el efecto de la presión arterial en la predicción de la mortalidad y los problemas cardiovasculares probablemente no dependa únicamente de la edad, sino que se explique de manera más precisa mediante aspectos que no están relacionados exclusivamente con la cronología, como la salud de los vasos sanguíneos, la capacidad funcional general y el funcionamiento cognitivo.⁴

Es un hecho que la fragilidad y la HTA se encuentran con frecuencia en las personas mayores y están estrechamente interconectadas, pero es fundamental adoptar un enfoque individualizado para tratar esta afección en personas de edad avanzada. Esto implica que el médico preste especial atención a las enfermedades adicionales que pueda tener su paciente, asegurarse de que este siga los tratamientos médicos de manera constante y considerar las debilidades específicas asociadas con la fragilidad.⁴

Mujeres en edad reproductiva y climaterio

Se sabe que las mujeres adultas en el período reproductivo tienen una presión arterial ligeramente más baja que los hombres de la misma edad. Sin embargo, todavía no se ha logrado entender por completo la complicada red de procesos biológicos que llevan al desarrollo de hipertensión en las mujeres.⁵

Existen características específicas de la HTA en las mujeres que, en cierto modo, se han pasado por alto en el pasado y podrían conducir a una menor capacidad de respuesta al tratamiento. Por ejemplo:⁵

Sensibilidad a la sal. La HTA que se presenta en las mujeres parece ser más sensible a la carga de sal.
Síndrome metabólico. En las mujeres, la HTA se asocia con mayor frecuencia con el síndrome metabólico que en los hombres.
Tratamiento antihipertensivo. Las mujeres, con mayor probabilidad que los hombres, suelen desarrollar más efectos secundarios con el uso de medicamentos antihipertensivos.

Por otro lado, se ha descubierto que los problemas de presión arterial alta durante el embarazo, como la preeclampsia, son una causa significativa de problemas de salud y muertes, tanto para la madre como para el bebé. Además, cuando el bebé no crece lo suficiente en el útero y nace con un peso bajo en relación a su tiempo de gestación, esto también está vinculado a la HTA en la vida adulta.⁶

Recientemente se ha notado que las mujeres que recurren a técnicas de reproducción asistida invasivas enfrentan un mayor riesgo de presión arterial alta. Además, se ha observado un aumento en la presión arterial después de usar anticonceptivos orales, durante la transición a la menopausia y en la etapa posterior a la menopausia.⁶

Todo lo anterior sugiere que, en el futuro, debería considerarse un enfoque más integral y orientado al sexo para el tratamiento con fármacos de la HTA.⁵

Pacientes con COVID-19

La pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), sigue planteando desafíos sin precedentes para los sistemas de atención a la salud de todo el mundo.⁷

La HTA es una de las afecciones médicas previas más frecuentes en personas con COVID-19 y, además, aumenta el riesgo de contraer la enfermedad. Por lo tanto, es esencial seguir manteniendo la presión arterial bajo control como una medida importante para reducir el impacto de esta enfermedad.²

El sexo masculino, la edad avanzada y la presencia de enfermedades crónicas previas se han identificado como las condiciones más importantes relacionadas con un pronóstico desfavorable. Informes iniciales indicaron que la HTA podría aumentar el riesgo de contraer la infección por el virus SARS-CoV-2, empeorar la gravedad de la COVID-19 y estar asociada a un mayor número de fallecimientos relacionados con la enfermedad.⁷

Sin embargo, todavía se discute si la HTA, por sí sola, es un factor independiente, ya que a menudo se encuentra en personas de mayor edad y con otros factores de riesgo cardiovascular en la población en general, que también podrían aumentar el riesgo de contraer la infección por el virus SARS-CoV-2 y desarrollar COVID-19.⁷

Actualmente, el consenso internacional recomienda que las personas que padecen HTA deben mantener su tratamiento antihipertensivo para alcanzar y mantener las metas, ya que el adecuado control de la presión arterial está relacionado con un pronóstico más favorable. Además, se enfatiza la importancia de no descuidar las medidas de higiene y seguir practicando el distanciamiento social como medida para prevenir la propagación de la enfermedad.²

Conclusión

Es de vital importancia detectar tempranamente la HTA para manejarla de manera efectiva y disminuir el riesgo de enfermedades del corazón o ataques al corazón.1 Estos eventos cardiovasculares pueden prevenirse cuando se acude regularmente al médico para que este identifique los casos en los que existe mayor propensión a desarrollar HTA.³

Referencias

1. Campos-Nonato I, Oviedo-Solís C, Vargas-Meza J, Ramírez-Villalobos D, Medina-García C, Gómez-Álvarez E, et al. Prevalencia, tratamiento y control de la hipertensión arterial en adultos mexicanos: resultados de la Ensanut 2022. Salud Publica Mex 2023;65(supl 1):S169-80.
2. INSP. Hipertensión arterial, un problema de salud pública en México. [Internet]. 2020. [Consultado el 11 de septiembre de 2023]. Disponible en: https://www.insp.mx/avisos/5398-hipertension-arterial-problema-salud-publica.html
3. Schmidt BM, Durao S, Toews I, Bavuma CM, Hohlfeld A, Nury E, et al. Screening strategies for hypertension. Cochrane Database Syst Rev 2020;5(5):CD013212.
4. Guasti L, Ambrosetti M, Ferrari M, Marino F, Ferrini M, Sudano I, et al. Management of hypertension in the elderly and frail patient. Drugs Aging 2022;39(10):763-72.
5. Tasić T, Tadić M, Lozić M. Hypertension in women. Front Cardiovasc Med 2022;9:905504.
6. Nilsson PM, Viigimaa M, Giwercman A, Cifkova R. Hypertension and reproduction. Curr Hypertens Rep 2020;22(4):29.
7. Gallo G, Calvez V, Savoia C. Hypertension and COVID-19: current evidence and perspectives. High Blood Press Cardiovasc Prev 2022;29(2):115-23.