Comer fuera con demasiada frecuencia puede conducir al aumento de peso. Esto se debe a que por lo
general uno sabe la cantidad de calorías, grasa o colesterol que está consumiendo con su comida. Pero, ya
sea que pruebes un nuevo restaurante o celebres una ocasión especial en tu lugar favorito, cenar fuera
puede ser divertido y sano. Sólo ten estos 10 consejos en mente:
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Mantén el hambre bajo control comiendo.
No te saltes comidas el día que vayas a ir a un restaurante.
Considera comer un tentempié ligero y sano (como una fruta o verduras) una hora antes de salir, para evitar comer demasiado en el restaurante. -
Elige restaurantes que ofrezcan variedad.
Elige un restaurante que ofrezca una variedad con opciones de alimentos de bajo contenido de grasa.
Llama al restaurante con anticipación (fuera de horas picos) para preguntar sobre platillos sanos de su menú o visita su sitio en la red para ver si contiene información nutrimental. -
Ordena más alimentos preparados con frutas y verduras.
Prueba una fruta exótica-como kiwi o papaya- para variar.
Come tus vegetales favoritos, pero no los ahogues en aderezos grasosos o abundantes salsas cremosas.
Ordena platillos que incluyan alimentos de grano integral para comer fibra. -
Controla la grasa.
Ordena alimentos horneados o a la parrilla. Evita lo frito.
Pide raciones más pequeñas de los platillos grasosos-como carnes y salsas con grasa- o pide sustitutos. -
Elimina o reduce los condimentos.
Prueba tus alimentos antes de añadir sal, mantequilla, salsa o aderezos.
Ordena salsas y aderezos aparte las cantidades pequeñas se suman.
Sustituye con condimentos más sanos. Por ejemplo, emplea mostaza en lugar de mayonesa, o pimienta o jugo de limón en lugar de sal. -
Ten un plan de bufet.
No caigas en la tentación de obtener más de lo que vale tu dinero llenando en exceso tu plato. En lugar de ello, supervisa la mesa entera y elige las opciones más sanas.
Haz que la ensalada sea tu primer platillo, con muchas verduras y frutas, y aderezo con bajo contenido de grasa o sin ella. Luego, regresa por el platillo principal o sólo come más ensalada. -
Cuida tus modales, esto te ayudará a reducir calorías.
Come despacio para digerir mejor, te sentirás satisfecho sin comer en exceso.
No devores la comida, mastica bien.
Ordena alimentos que requieran trabajo y hagan que comas más despacio.
Comparte tu comida con un compañero. -
Ordena bebidas con bajo contenido de calorías o sin ellas.
Pide agua, mineral o de manantial con un chorrito de limón; es sana, satisface y carece de calorías.
Si deseas una bebida caliente, prueba con café negro descafeinado o té verde, sin azúcar ni otros aditamentos.
Ten en mente que las bebidas alcohólicas pueden contener más calorías de las que esperas, y el alcohol puede estimular tu apetito y debilitar tu fuerza de voluntad. -
Espera antes de ordenar el postre.
Termina el platillo principal. Para entonces, es posible que ni siquiera desees el postre.
Si ordenas postre, compártelo con un amigo o lleva la mitad contigo a casa. -
Controla el tamaño de la ración.
Deja algo de comida en el plato.
Si estás tentado a comerlo todo, pide al mesero que se lo lleve.
Pide que le pongan parte de platillo para llevar a casa- tendrás dos comidas por el
precio de una.
No te des por vencido.
Si estás atrapado en una situación donde la mayoría de los platillos son opciones poco sanas, no tires la
toalla. En lugar de ellos, come lo más sano que encuentres y haz tu mejor esfuerzo por controlar el tamaño
de la ración.