- Preferir las carnes magras (con poca grasa), como la falda de res, la pechuga de pollo y pavo, el lomo de cerdo y el atún enlatado en agua.
- Preferir lácteos descremados o “light” que contienen menos grasa y energía y conservan su contenido de calcio y sabor.
- Evitar agregar crema a los alimentos.
- Limitar al máximo el uso de manteca y mantequillas (grasas saturadas), así como la margarina (grasa trans).
- Utilizar preparaciones como cocido, horneado, asado y evitar el capeado, empanizado y la fritura.