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Enfermedades respiratorias más comunes en verano

Durante la época de verano existen determinadas condiciones que, en contra de lo que muchas personas piensan, favorecen la aparición de ciertas enfermedades respiratorias, dentro de las cuales podemos contar los resfríos virales, las infecciones bacterianas, el asma y las alergias.1,2

En varios países del hemisferio norte, incluído México, la llegada del verano corresponde con la época de lluvias y el cambio de clima aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades que afectan al sistema respiratorio.3

A continuación te explicamos cuáles son las causas climáticas que favorecen esta situación y cuáles son las enfermedades más comunes que se presentan durante la época veraniega.

El clima de verano y su relación con las enfermedades respiratorias

La mayoría de los procesos biológicos suceden de forma cíclica.1 Un buen ejemplo de ello es la aparición de enfermedades respiratorias de origen alérgico o infeccioso desencadenado por las variaciones climáticas.1,4

Las alergias tienen un comportamiento cíclico..

Agudización de las alergias

La razón por la cual las alergias de índole respiratorio empeoran durante el verano es porque, en esta estación del año, ocurre un aumento en la cantidad de partículas presentes en el aire, como por ejemplo:2

  • Ácaros
  • Polen
  • Esporas de moho
  • Caspa de animales

Todas estas partículas están dispersas en el ambiente durante todo el año, sin embargo, una vez que se desvanece el frío propio del invierno, la concentración de partículas en suspensión puede ser especialmente alta en el aire.2

Otra condición que puede agravar las condiciones ambientales es que las personas tienden a pasar más tiempo al aire libre durante el verano, lo que aumenta la exposición a otras sustancias contaminantes, como el humo de fábricas, automóviles e incluso incendios forestales.2

Desde luego, existe una relación estrecha entre la exposición a los contaminantes del ambiente y los efectos agudos de las enfermedades respiratorias de la población en general. Por ello, resulta preocupante que aquellas personas con mayor susceptibilidad a las amenazas ambientales estén expuestas, debido a su reducida capacidad para contrarrestar el ingreso de sustancias tóxicas en su organismo.5

Los factores que pueden desencadenar el empeoramiento de los síntomas varían de una persona a otra, por lo tanto, es crucial identificar el momento en que aparecen los síntomas para controlarlos.2

Las alergias se caracterizan por manifestaciones como: secreción nasal, dificultad para respirar (especialmente en personas con asma), tos ligera y silbidos en el pecho, en ausencia de fiebre.3 Cabe señalar que ante la sospecha de cualquier problema respiratorio, la evaluación de un especialista siempre es necesaria para identificar la causa del problema.

Las alergias se caracterizan por la secreción nasal, dificultad para respirar, tos ligera y silbidos en el pecho.

Infecciones respiratorias

Los fenómenos ambientales propios de la época del verano —como las lluvias copiosas, el calor excesivo, los huracanes y los cambios bruscos de clima— operan como un conjunto de factores que favorecen la transmisión de enfermedades respiratorias de origen infeccioso. A continuación se describen las más comunes.3

  • Resfriado o gripe común. Ocurre cuando las vías respiratorias superiores se inflaman debido a un agente viral. Aunque los virus de la gripe están presentes en cualquier entorno, es más probable exponerse a ellos en lugares cerrados y en contacto con otras personas. Hay alrededor de 200 virus diferentes que pueden causar resfriados, siendo los más comunes el rinovirus, el virus sincitial respiratorio, el coronavirus y los virus de la influenza y la parainfluenza. Los síntomas suelen comenzar con estornudos, dolor de garganta y tos sin expectoración. La gripe se diferencia de otras infecciones virales porque no se acompaña de fiebre alta. Después de unos tres o cuatro días (generalmente una semana), los síntomas del resfriado empiezan a ceder.3
  • Influenza. Es una infección de las vías respiratorias superiores e inferiores causada por los virus de la influenza A y B. Los síntomas de la infección aparecen rápidamente y suelen incluir fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y fatiga. Es común sentir dolor muscular en la espalda, brazos y piernas. La fiebre puede durar alrededor de tres días.3
  • Bronquitis aguda. Es una inflamación e irritación de los bronquios, generalmente causada por una infección viral o bacteriana. En los niños, los virus son la causa más común de la bronquitis. Los síntomas incluyen tos con flema, molestias en el pecho, fiebre y una sensación extrema de cansancio.3
  • Neumonía. Es una inflamación de los bronquios y los alvéolos pulmonares. Hay alrededor de 30 causas diferentes, como virus, bacterias, micoplasmas, hongos y agentes químicos. La infección generalmente sigue a un resfriado o a la gripe, pero también puede comenzar como una infección primaria en los pulmones. Los síntomas típicos de una neumonía viral incluyen tos seca con dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular y fatiga. Los síntomas de la neumonía bacteriana son fiebre y tos con flema espesa y de color verde amarillento. También puede haber escalofríos y dolor en el pecho al respirar.3

Los fenómenos ambientales como las lluvias, el calor y los cambios bruscos de clima favorecen la transmisión de enfermedades respiratorias de origen infeccioso.

Debido a que una infección bacteriana puede seguir a la infección viral,3 lo más recomendable es acudir con un profesional de la salud para que pueda establecer un diagnóstico correcto en función de la causa y, con ello, prescribir el tratamiento más adecuado.

Consejos para prepararse en el verano

Hay muchas acciones que nos pueden ayudar a prevenir problemas respiratorios durante esta época del año.2

El primer paso para mejorar la calidad de vida y reducir el impacto de los síntomas de las enfermedades respiratorias es reconocer y evitar los factores que las desencadenan. Sin embargo, esto puede no ser suficiente.2

Medidas preventivas

Es importante establecer un programa de ejercicios, mantenerse hidratado y crear rutinas diarias para hacer frente al calor, la humedad y la electricidad que son comunes durante el verano.2

Aquellas personas que padecen enfermedades respiratorias crónicas, así como sus cuidadores, deben conocer los recursos disponibles en su localidad que pueden ayudarles a evitar los días que podrían empeorar los síntomas, como las alertas que se emiten en los medios de comunicación para avisar sobre los altos índices de ozono.2

Otras recomendaciones útiles son las siguientes:

  • Usa mascarillas para evitar contagiarte o, si ya tienes una infección respiratoria, contagiar a las personas cercanas.3
  • Evita los cambios bruscos de temperatura, especialmente al salir de lugares cerrados o durante la lluvia.3
  • No fumes ni te expongas al humo del cigarrillo.3
  • Desinfecta los utensilios del hogar y los juguetes de los niños, especialmente si alguien en la familia tiene tos o gripe.3
  • No envíes a los niños con gripe a la escuela o a centros de cuidado infantil.
  • Evita hacer actividades físicas intensas al aire libre en días de alta humedad (antes de que llueva) o cuando hay contingencia ambiental.2,3
  • Asegúrate de ventilar todos los espacios posibles en casa y en el lugar de trabajo, y de limpiar el polvo acumulado.

 Asegúrate de ventilar todos los espacios posibles en casa y en el lugar de trabajo, y de limpiar el polvo acumulado.

Si presentas síntomas como fiebre, malestar general, congestión nasal, tos, dolor de garganta, expectoración o dificultad para respirar, consulta a un médico.3

En resumen

Si estamos al tanto del clima y las condiciones atmosféricas, controlamos los factores que desencadenan síntomas respiratorios y nos mantenemos en contacto con el equipo médico, es posible prevenir o atenuar los problemas respiratorios que frecuentemente se presentan durante la época del verano, para así poder disfrutar de forma plena y divertida esta maravillosa temporada.2

Referencias

  1. Pérez-Padilla R, Martínez-Briseño D, Fernández-Plata R, González-Camarena R, Torre-Bouscoulet L. Estacionalidad y variación circadiana del número de muertes en México. Neumol Cir Torax 2017;76(4):315-20.
  2. Hess M. Tratamiento de las afecciones respiratorias durante el verano. Medical Technologies. [Internet]. 2021. [Consultado el 06 de julio de 2023]. Disponible en: https://nddmed.com/es/blog/tratamiento-de-las-afecciones-respiratorias-durante-el-verano
  3. SICA. Ingresa la época de lluvia y también las enfermedades respiratorias que no son covid-19. Sistema de la Integración Centroamericana. [Internet]. 2020. [Consultado el 06 de julio de 2023]. Disponible en: https://www.sica.int/noticias/ingresa-la-epoca-de-lluvia-y-tambien-las-enfermedades-respiratorias-que-no-son-covid-19_1_121880.html
  4. NIH. Por qué contrae un resfrío cuando hace calor. National Institutes of Health. [Internet]. 2012. [Consultado el 11 de julio de 2023]. Disponible en: https://salud.nih.gov/recursos-de-salud/nih-noticias-de-salud/por-que-contrae-un-resfrio-cuando-hace-calor
  5. Hernández-Cadena L, Barraza-Villarreal A, Ramírez-Aguilar AM, Moreno-Macías H, Miller P, Carbajal-Arroyo LA, et al. Morbilidad infantil por causas respiratorias y su relación con la contaminación atmosférica en Ciudad Juárez, Chihuahua, México. Salud Pública Méx 2007;49(1):27-36.

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Todo plan de reducción de peso deberá ser evaluado y aprobado por un profesional de la salud, consulte a su médico. La información de esta sección es con fines orientativos.